La nación china creó una esplendorosa civilización antigua en el prolongado proceso de desarrollo de su historia. El papel, la imprenta, la brújula y la pólvora fueron inventados por los chinos y, después, se transmitieron sucesivamente a distintas partes de la Tierra. He aquí cuatro importantes aportaciones de China a la civilización universal.
La escritura más antigua de China se grababa en caparazones de tortuga y huesos y, más tarde, en láminas de bambú y de madera. En los albores del siglo Ⅱ, Cai Lun, de la dinastía Han del Este, sintetizando las experiencias de sus predecesores, inventó la fabricación del papel con cortezas de árboles, trapos y redes de pesca desgastadas.
Antes de la invención de la imprenta se usaban libros copiados a mano. En la dinastía Tang (618—907 d. C.) se inventó la xilografía, método que consiste en grabar la escritura en una plancha de madera y, luego, al embadurnarla de tinta y aplicarle un papel, se obtendrá un impreso. La imprenta de tipos móviles no se inventó hasta el siglo Ⅺ por Bi Sheng, de la dinastía Song del Norte (960--1279). Los tipos de entonces eran hechos de arcilla y, siendo móviles, podían reemplearse en la impresión de otros libros una vez terminada la primera tirada. Esta imprenta de tipos de arcilla preparó el terreno para la de tipos de plomo que vino más tarde.
Hace ya más de dos mil a?os que el pueblo trabajador chino conoció la piedra imán y, utilizando su propiedad, creó toda clase de brújulas. Este invento contribuyó al desarrollo de la navegación marítima, así como al intercambio y cooperación entre los distintos países.
La pólvora se logró fabricar poco a poco sobre la base de la acumulación de experiencias en la fundación y de conocimientos químicos. La invención de la pólvora promovió el desarrollo de la industria militar y de la economía en general.
(31/01/2005, CIIC)